sábado, 14 de mayo de 2011

Ya sé quien soy

Ya sé quien soy,

soy solo tierra voladora,

caminante vasija que se busca,

esperanza de arcilla escrutadora.

Ya sé quien soy,

un suspiro de arena restauró en mis ojos

la certeza del lodo ilusionado,

el arrullo del fango sostenido,

y un silencio de duna derrumbado.

Ya sé quien soy,

soy terracota y candil enamorados,

yo soy la tierra incendiada desde siempre,

el ángel y el demonio soy del barro.

un jubilo de piedras caminantes,

un átomo de luz encadenado.

Pólvora de estrella soy, llena de manos.

Danza del vientre

Si pudiera nacerme,

renombrar mis células cautivas

en el útero celado de mi vientre,

cultivar la luz que sucede al estallido

la sierpe que dormita el duermevela

habitándome el dorso hasta el ombligo

repitiendo mi nombre desde siempre .

Si pudiera nacerme,

desde abajo, desde el átomo mas párvulo y sucinto

hasta el talle que gira impetuoso

las elípticas formas de mi cinto.

Si pudiera nacerme y recordarme

agonizar en el cuenco de mis rizos,

descomponer cada herida voladora

cada roto suspiro de mis sitios.

Si pudiera nacerme nuevamente,

y esta danza matraz se vuelve rito,

colmaría de amantes esperanzas,

el universo oscuro donde habito.

Desnuda

Desnuda,

sin nudos en el cuerpo,

desprovista de manos que te abarquen,

ciega de ojos que creen que te contemplan.

Huérfana de oídos y de rostros,

solo así puedo saber quien eres,

entonces estarás en mi

porque nada hubo diferente;

sólo el misterio del nudo que se corre.

Latimos en la misma fibra

del cordel ardiente,

y nos creemos solos

como nudos quietos,

Juguemos hoy a desnudarnos

a ser amantes del fuego que se expande.

Quiero tu corazón desnudo como el mío,

cuyo único poder sea aspirarse

respirarse en amante movimiento,

y despertar por fin,

y despertarte.

Mi casa

Mi casa esta tan lejos,

a un segundo de todas las partes

dejando atrás las escaleras

del pasado irreal, nunca existido,

del futuro peldaño amenazante.

Mi casa esta tan lejos,

a un instante de cordura

a una sonrisa y media de otros labios,

cruzando una mirada inédita y amante.

Mi casa esta tan lejos,

llegando a una página en blanco ,sin heridas,

girando dos manzanas mordidas por amor,

sin temor a un castigo fulminante.

Mi casa está tan lejos,

a tres calles de hogares perdonados

a seis pasos de manos extendidas

lavadas por la paz de mi estandarte.

Mi casa esta tan lejos,

a dos ojos mirando sin prejuicios

pasando sin querer juzgar a nadie

en el centro de un parque liberado.

Mi casa esta tan lejos

que sabiéndola en mí, no hallo la calle

por temor a quedarme sin los sueños

que han llegado al horror de acostumbrarme.

Mi casa está tan lejos,

en el dulce camino del ahora

en la luz cegadora de este instante.

Rodándome palabras.

Desperté rodándome palabras;

Pálpitos, pinceles, polígrafos, pisadas,

preludios y palabras.

La p se enjugasca y enmascara;

pedestales de plomo,

uno por cada cara,

y por cada ojo un pájaro dormido

por cada dedo un pánico en la taza.

Pobres, pestilentes, pelados hombres parias,

por cada cinco, un hombre duerme en casa.

Parto, prematuro, puerperio, paliza,

mujeres pariendo entre las cajas

por cada siete, una tiene cama hospitalaria,

presos, perdidos, prisiones, torturas patentadas

ejércitos de niños muriendo por las plazas.

Palos, perros, pagados, paredones

sicarios con pistola, tres, por cada vida arrebatada.

Poses, poderosos, peanas, patíbulos de sombra

en manos de unos pocos, oscuros oligarcas.

Patrañas, patrimonios, podrido, pederastas,

uno por cada diez millones de hombres

que no comerán nada.

Panes, párpados, pactos, palmarios argumentos

urgencias de la sangre pidiendo ser amada.

Paz, pacíficos, palomas, panaderas palabras

saliendo de mi boca, llegando hasta tu alma.

A Mario Benedetti

Dijeron que habías muerto

y busque entre tus libros.

¡No te salves!, gritabas,

empuñando renglones,

no te llenes de calma.

Y quisimos cantarte

y leerte en la plaza,

y allí estabas Hermano,

más que nunca conciencia

más si cabe sencillo

más que nunca universo

más si cabe argamasa.

De la mano de un niño

compartí con Botija

la tortura y el llanto

las faringes del miedo

la futura mirada.

Nos cerraste los puños

sin fanáticas odas,

y eran puños sinceros,

no tenías remedio,

eras alma abrasada.

Tu plantaste en la Tierra

la palabra desnuda

que miraba a los ojos

y le diste a la noche

el sustento del alba

y el amor que brotaba

de tus labios senderos

de tus manos fanales

de tus pasos que hablaban.

Rescatar la alegría

con la inmensa ternura

que te hacía más fiero.

Más si cabe más Hombre,

más si cabe esperanza,

más si cabe, más nuestro.

Julia Díaz

A Miguel Hernandez

Dijeron que Miguel

ya no era mío,

porque el pasado cayó

como una inmensa losa

y el polvo de los días

lamió su voz de barro,

su cántaro

de pueblo combatido,

Y miré en el presente,

y hallé a Iqbal

con cuatro años

encadenado a una alfombra

a Marukh con cinco

derritiendo sus manos

en las cubas ardientes

de la seda

a Juana

en la fétida cima

de un estercolero.

Y vi un niño yuntero

en cada continente.

Pero entonces me dijeron

que tampoco eran míos

después de todo el llanto,

no atraviesa los muros

de las patrias.

Tan solo son, pequeñas

molestias del sistema,

400 millones

de niños esclavos,

malnutridos.

Me explicaron,

que eran lejanos a mi amor

Y que no,

que tampoco eran míos.

Y extendí mi brazo

y atravesé una casa

una calle, un miedo

una vergüenza,

una escusa,

un océano

y un beso.

y abrace a un niño

que creyó,

que nadie le miraba.

Cargaba en sus pequeñas

manos

la avaricia del mundo

y le amé.

Entonces descubrí

que ese pequeño era mío,

y tuyo, y nuestro,

y de todo aquel

que me escucha,

y del que no me escucha

y que está herido

como todos estamos,

heridos por el sueño.

¡Agrandad vuestros brazos,

abrazad el mundo¡,

¡salid a recogerlos¡

Después de todo,

el abrazo no termina

en un hombre

ni en dos cuerpos,

ni siquiera en un muerto,

Mas se consuma

en los niños.

Rodeé con mis brazos

la Tierra,

y encontré a Miguel

sempiterno en el viento

junto al rayo conmigo.